El pasado viernes el Centro Andaluz del Pueblo “Javier
Verdejo” de Almería presentaba la charla del profesor de la Universidad de
Almería Jorge Lirola sobre la “corrupción en la Universidad y sus
ramificaciones en otras instituciones”.
El primer adjetivo que se nos viene a la mente es el de
“perplejo”, al escuchar la exposición de un miembro de la comunidad
universitaria denunciar públicamente la corrupción de los dirigentes de la
insitución universitaria, y de la complicidad de otras instituciones del Estado
y de la totalidad de la clase política, incluidos aquellos que denuncian a la
“casta” como responsable de los males de los indignados ciudadanos, por no ser
usual romper el silencio cómplice de esa comunidad endogámica que representa la
institución universitaria en el Estado español, sufriendo las consecuencias de
un enfrentamiento tan desigual entre un profesor que actúa en solitario contra
el poder casi omnipotente de los dirigentes universitarios.
Jorge Lirola, profesor de Árabe de la Universidad de Almería,
no solo ha hecho públicas las denuncias ante los órganos universitarios de las
irregularidades e ilegalidades de las que ha tenido conocimiento y ha sufrido,
sino que ha trasladado estas a los juzgados de los social, penal y laboral,
encontrándose con la sorpresa de unas relaciones entre instituciones que en la
práctica posibilitan que las universidades vivan en un limbo legal en el que ni
la justicia ni los representantes políticos quieren entrar ni enfrentarse al
poder que ejercen los rectores y sus estructuras de poder.
Las irregularidades e ilegalidades que el profesor Lirola ha
denunciado ante los órganos universitarios, judiciales y medios de
comunicación, son múltiples y variadas, yendo desde el “enchufismo” en la
contratación del profesorado y en la
promoción interna, a través de oposiciones y concursos amañados, a las
irregularidades económicas que quedan impunes gracias a la falta de voluntad
política y judicial para juzgar y condenar a los responsables de los abusos
financieros, la concesión de subvenciones y ayudas a la investigación, el pago
de “salarios y colaboraciones” por parte de empresas privadas que contratan con
la universidad, etc.
La imagen que el profesor Lirola denuncia es la de una
institución universitaria caracterizada por una “endogamia” que controla la
universidad a través de las contrataciones fraudulentas de profesores y
personal auxiliar y las formaciones de estructuras de poder que el clientelismo
alimenta, y amparada por las complicidades judicial es y políticas que las
“colaboraciones” bien pagadas de jueces, fiscales y funcionarios posibilitan.
En el transcurso del coloquio posterior a la
exposición-denuncia del profesor Lirola, se le preguntó por las denuncias de
todo lo expuesto en la charla a los diferentes grupos políticos, a los que
solicitó su apoyo para que se tomaran medidas en el sentido de aclarar los
hechos denunciados y apoyar públicamente las denuncias. IU, grupo político que
gobierna la Junta de Andalucía con el PSOE se limitó a hacer una pregunta en
sede parlamentaria, dando por concluido el caso a pesar de cogobernar la Junta
de Andalucía, institución de la que depende la Universidad de Almería. El resto
de grupos políticos, PSOE, PP, UpyD, nada de nada.
De lo expuesto por el profesor Lirola, deducimos que la
corrupción en la Universidad de Almería y posiblemente en el resto de universidades
del Estado, no es producto de hechos aislados producidos por gente sin
escrúpulos, sino el resultado de un sistema político y administrativo que a
través de la permisibilidad con las prácticas endogámicas y con las estructuras
de poder favorecidas por estas prácticas, obtiene un control ideológico,
político y económico de unas instituciones que son básicas para el
mantenimiento del actual sistema económico y político basado en los privilegios
de las élites económicas, a costa de los derechos de la clase trabajadora.
La interpretación del concepto de “Autonomía Universitaria”
que ampara la ley, es la base jurídica en la que se amparan la burocracia
judicial y administrativa para que la universidad sea un limbo jurídico donde
no se aplica la legislación a la que están sometidos el resto de ciudadanos del
Estado. Este “limbo jurídico” que hace de la institución universitaria juez y
parte de todos los asuntos denunciados en los que sus dirigentes están
implicados es la evidencia de un sistema basado en la opacidad y en la
impunidad de unos dirigentes, a cambio de servir a los intereses de un Estado
que utiliza la educación para el servicio de la estructura empresarial de la
que tiene una dependencia cada día mayor.
Últimamente hemos visto cómo la corrupción política está
saliendo a la luz de los medios de comunicación y está siendo investigada y
juzgada...pero la corrupción universitaria es un terreno en el que nadie quiere
entrar, ni jueces, ni políticos, ni medios de comunicación. Como decía antes, la
importancia estratégica de las universidades para el control social y la
implicación de estas con el poder económico, pueden ser las causas de la
inmunidad con la que actúan.
La Charla-denuncia del profesor Lirola no tiene desperdicio y
recomendamos ver el vídeo de la misma que reproducimos a continuación.
Alí Manzano.
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